CARTA A MI PADRE

23 años, sin verte
23 años sin besarte
23 años sin abrazarte
23 años sin oirte
23 años sin ti

eso es lo que se suele decir cuando un ser querido deja de estar junto a nosotros, pero yo, no puedo decir lo mismo.

Llevo 23 años sin olvidarte
Llevo 23 años viéndote cada noche
Llevo 23 años teniéndote junto a mi
Y mil años más pasarán y seguirás estando a mi lado.
Cierro mis ojos y te sueño, cierro mis ojos, y veo tu sonrisa, cierro mis ojos, y noto tus labios rozándome las mejillas para darme un beso, cierro mis ojos, y siento tus brazos que rodean mi cuerpo en un fuerte abrazo, cierro mis ojos, y oigo tu voz, cierro mis ojos, y.... estás a mi lado.

No has sido un padre que hayas dedicado muchas horas a tus hijos, pero no fué porque no quisieras, fué porque tenias que sacarnos adelante, pues éramos seis de familia, y tenias que buscarte la vida para dar de comer a tus cuatro hijos y a tu querida esposa, asi , se te juntaba la noche con el dia, trabajando, pero cuando tenias un huequecito, nos lo dedicabas con todo tu cariño, y otras veces, como es normal, también querias distraerte y te gustaba echar la partidita a dominó con tus amigos, recuerdo que tenia que ir a buscarte porque perdias la noción del tiempo y llegaba la hora de comer y no estabas en casa, mama me decia “anda ves a buscar a tu padre, que cuando está jugando a dominó no existe para él, nadie más”.Qué tiempos aquellos!!, eran muy diferentes a los de ahora, pero que felices éramos!!

Cuando sólo tenias 58 años, cuando la vida podia recompensarte por todo tu sacrificio, el destino nos jugó la mala pasada de que no estuvieras con nosotros, con nosotros, en cuerpo, porque nos quedamos con tu alma, con tu espíritu, con todo lo que nos enseñaste, con tus recuerdos, con tu amor.
No llegaste a conocer a todos tus nietos, 9 en total, pero ellos, si saben de ti, y saben lo mucho que les querias, incluso antes de que nacieran. Te acuerdas? cuando tu ya estabas tan malito, estábamos sentados en la terraza de casa, nosotros tres, mama, tú, yo, y la madre del que después fue mi martirio, que le dijiste a ella,” …….cuándo se casarán estos dos?, y que nos den una nietecita morenita como ellos”, “cuando sea asi, seré el hombre más feliz del mundo!, parece que fué ayer, y si, tuve esa, tu nietecita, que tanto deseabas, morenita, que ya tiene 19 años y luego tuve otra, ahora ya, tiene 15. Aunque tenias por entonces 4 nietecitos, una de ellas, niña, que te pasabas el dia diciéndole, “bonita, bonita”.
Te volvías loco, cuando llegaba a casa y te decia "yayo, mira que bonita vengo"!!,y cuando tú, siendo del Barça, ella te decia, con solo tres añitos, “epañol, epañol”, para hacerte enfadar, y se reia, cómo se reia!, o cuando discutias por cualquier tonteria con mama, y ella le decia en broma “cuando venga el yayo dile que tiene mucho pico”, y en cuanto te veia entrar empezaba, “yayo!! tú mucho pico, pico”, y decias “ ya estamos!, cosas de tu abuela”, pero te la comias a besos. También te volvian loco los otros tres, sobretodo el rubito de pelo rizado, que iba siempre con la radio pegadita al oido, como si se enterase mucho de lo que hablaban, pero hacia lo que veia de ti cuando daban futbol,también estaba el otro rubito que las mataba callando, y que puedo decir del mayor?, que hasta el final de tus dias,ese fatídico 5 de junio de 1983, quisiste celebrar su cumpleaños, 5 añitos, con toda la familia, y asi poder despedirte de todos nosotros, sin que sospecháramos que sabias que llegaba tu hora, pues de ahí, nos tuvimos que ir al hospital urgentemente y ya no volviste más a casa.

En estos 23 años, han pasado muchas cosas, cosas buenas y otras no tan buenas, ya te iré contando, aunque se, que desde el cielo, nos cuidas, nos guias y nos protejes, estás enterado de todo lo que nos pasa, pero por si alguna vez tienes una pequeña duda, quiero que sepas que jamás me dejaste, y jamás me dejarás, porque te llevo en mi corazón, y cuando cierre los ojos para no abrilos más, tus manos me guiaran, serás la luz que ilumine el camino que me llevará junto a ti y podré decirte al oido, lo que siempre quise decirte, pero por vergüenza no te dije:
¡TE QUIERO!.

Hasta pronto,! PAPA!


P.D., No importa quien fué mi padre, lo que importa es lo que me enseñó y el legado que me dejó.